LA DESOBEDIENCIA COMO PROBLEMA PSICOLOGICO Y MORAL (E. FROM,1984)

          Reyes, sacerdotes, senores feudales, patrones de industrias y padres han insistido durante siglos en que la obediencia es una virtud y la desobediencia es un vicio. Para presentar otro punto de vista, enfrentemos esta posicion con la formulacion siguiente: la historia humana comenzo con un acto de desobediencia, y no es improbable que termine por un acto de obediencia.y “hay que dudar de todo” -eran caracteristicos de la actitud que permitia y promovia la capacidad de decir “no”.

Segun los mitos de hebreos y griegos, la historia humana se inauguro con un acto de desobediencia.

Adan y Eva, cuando vivian en el Jardin del Eden, eran parte de la naturaleza; estaban en armonia con ella, pero no la trascendian. Estaban en la naturaleza como el feto en el utero de la madre.

Eran humanos, y al mismo tiempo aun no lo eran. Todo esto cambio cuando desobedecieron una orden. Al romper vinculos con la tierra y madre, al cortar el cordon umbilical, el hombre emergio de una armonia prehumana y fue capaz de dar el primer paso hacia la independencia y la libertad.

El acto de desobediencia libero a Adan y a Eva y les abrio los ojos. Se reconocieron uno a otro como extranos y al mundo exterior como extrano e incluso hostil. Su acto de desobediencia rompio el vinculo primario con la naturaleza y los transformo en individuos. El “pecado original”, lejos de corromper al hombre, lo libero; fue el comienzo de la historia. El hombre tuvo que abandonar el Jardin del Eden para aprender a confiar en sus propias fuerzas y llegar a ser plenamente humano.

Los profetas, con su concepcion mesianica, confirmaron la idea de que el hombre habla tenido razon al desobedecer; que su “pecado” no lo habia corrompido, sino que lo habia liberado de las cadenas de la armonia. prehumana. Para los profetas la historia es el lugar en que el hombre se vuelve humano; al irse desplegando la historia el hombre desarrolla sus capacidades de razon y de amor, hasta que crea una nueva armonia entre el, sus congeneres y la naturaleza. Esta nueva armonia se describe como “el fin de los dias”, ese periodo de la historia en que hay paz entre el hombre y el hombre, y entre el hombre y la naturaleza. Es un “nuevo” paraiso creado por el hombre mismo, y que el solo pudo crear porque se vio forzado a abandonar el “viejo” paraiso como resultado de su desobediencia.

Como para el mito hebreo de Adan y Eva, tambien para el mito griego de Prometeo toda la civilizacion humana se basa en un acto de desobediencia. Prometeo, al robar el fuego a los dioses, echo los fundamentos de la evolucion del hombre. No habria historia humana si no fuera por el “crimen” de Prometeo. El, como Adan y Eva, es castigado por su desobediencia. Pero no se arrepiente ni pide perdon. Por el contrario, dice orgullosamente: “Prefiero estar encadenado a esta roca, antes que ser el siervo obediente de los dioses”.

El hombre continuo evolucionando mediante actos de desobediencia. Su desarrollo espiritual solo fue posible porque hubo hombres que se atrevieron a decir no a cualquier poder que fuera, en nombre de su conciencia y de su fe, pero ademas su evolucion intelectual dependio de su capacidad de desobediencia -desobediencia a las autoridades que trataban de amordazar los pensamientos nuevos, y a la autoridad de acendradas opiniones segun las cuales el cambio no tenia sentido-.

Si la capacidad de desobediencia constituyo el comienzo de la historia humana, la obediencia podria muy bien, como he dicho, provocar el fin de la historia humana. No estoy hablando en terminos simbolicos o poeticos. Existe la posibilidad, o incluso la probabilidad, de que la raza humana destruya la civilizacion y tambien toda la vida sobre la tierra en los cinco o diez anos proximos.

Esto no tiene ninguna racionalidad ni sentido. Pero el hecho es que si bien estamos viviendo tecnicamente en la Era Atomica, la mayoria de los hombres -incluida la mayoria de los que estan en el poder- viven aun emocionalmente en la Edad de Piedra; que si bien nuestras matematicas, astronomia y ciencias naturales son del siglo XX, la mayoria de nuestras ideas sobre politica, el Estado y la sociedad estan muy rezagadas respecto de la era cientifica. Si la humanidad se suicida, sera porque la gente obedecera a quienes le ordenan apretar los botones de la muerte; porque obedecera a las pasiones arcaicas de temor, odio y codicia; porque obedecera a clises obsoletos de soberania estatal y honor nacional. Los lideres sovieticos hablan mucho de revoluciones, y quienes estamos en el “mundo libre” hablamos mucho de libertad. Sin embargo, tanto ellos como nosotros desalentamos la desobediencia: en la Union Sovietica explicitamente y por la fuerza, y en el mundo libre implicitamente y con metodos mas sutiles de persuasion.

Pero no quiero significar que toda desobediencia sea una virtud y toda obediencia sea un vicio.

Tal punto de vista ignoraria la relacion dialectica que existe entre obediencia y desobediencia.

Cuando los principios a los que se obedece y aquellos a los que se desobedece son inconciliables, un acto de obediencia a un principio es necesariamente un acto de desobediencia a su contra-parte, y viceversa.

Antigona constituye el ejemplo clasico de esta dicotomia. Si obedece a las leyes inhumanas del Estado, Antigona debe desobedecer necesariamente a las leyes de la humanidad. Si obedece a estas ultimas, debe desobedecer a las primeras. Todos los martires de la fe religiosa, de la libertad y de la ciencia han tenido que desobedecer a quienes deseaban amordazarlos, para obedecer a su propia conciencia, a las leyes de la humanidad y de la razon. Si un hombre solo puede obedecer y no desobedecer, es un esclavo; si solo puede desobedecer y no obedecer, es un rebelde (no un revolucionario); actua por colera, despecho, resentimiento, pero no en nombre de una conviccion o de un principio.

Sin embargo, para prevenir una confusion entre terminos, debemos establecer un importante distingo. La obediencia a una persona, institucion o poder (obediencia heteronoma) es sometimiento; implica la abdicacion de mi autonomia y la aceptacion de una voluntad o juicio ajenos en lugar del mio. La obediencia a mi propia razon o conviccion (obediencia autonoma) no es un acto de sumision sino de afirmacion. Mi conviccion y mi juicio, si son autenticamente mios, forman parte de mi. Si los sigo, mas bien que obedecer al juicio de otros, estoy siendo yo mismo; por ende, la palabra obedecer solo puede aplicarse en un sentido metaforico y con un significado que es fundamentalmente distinto del que tiene en el caso de la “obediencia heteronoma”.

Pero esta distincion requiere aun dos precisiones mas, una con respecto al concepto de conciencia y la otra con respecto al concepto de autoridad.

La palabra conciencia se utiliza para expresar dos fenomenos que son muy distintos entre si.

Uno es la “conciencia autoritaria”, que es la voz internalizada de una autoridad a la que estamos ansiosos de complacer y temerosos de desagradar. La conciencia autoritaria es lo que la mayoria de las personas experimentan cuando obedecen a su conciencia. Es tambien la conciencia de la que habla Freud, y a la que llama superyo. Este superyo representa las ordenes y prohibiciones del padre internalizadas y aceptadas por el hijo debido al temor. Distinta de la conciencia autoritaria es la “conciencia humanistica”; esta es la voz presente en todo ser humano e independiente de sanciones y recompensas externas. La conciencia humanistica se basa en el hecho de que como seres humanos tenemos un conocimiento intuitivo de lo que es humano e inhumano, de lo que contribuye a la vida y de lo que la destruye. Esta conciencia sirve a nuestro funcionamiento como seres humanos. Es la voz que nos reconduce a nosotros mismos, a nuestra humanidad.

La conciencia autoritaria (superyo) es tambien obediencia a un poder exterior a mi, aunque este poder haya sido internalizado. Conscientemente creo que estoy siguiendo a mi conciencia; en realidad, sin embargo, he absorbido los principios del poder; justamente debido a la ilusion de que la conciencia humanistica y el superyo son identicos, la autoridad internalizada es mucho mas efectiva que la que experimento claramente como algo que no forma parte de mi. La obediencia a la “conciencia autoritaria”, como toda obediencia a pensamientos y poderes exteriores, tiende a debilitar la “conciencia humanistica”, la capacidad de ser uno mismo y de juzgarse a si mismo.

Tambien debe precisarse, por otra parte, la afirmacion de que la obediencia a otra persona es ipso lacto sumision, distinguiendo la autoridad “irracional” de la autoridad “racional”. Un ejemplo de autoridad racional es la relacion que existe entre alumno y maestro; uno de autoridad irracional es la relacion entre esclavo y dueno . Ambas relaciones se basan en el hecho de que se acepta la autoridad de la persona que ejerce el mando. Sin embargo, desde el punto de vista dinamico son de naturaleza diferente. Los intereses del maestro y del alumno, en el caso ideal, se orientan en la misma direccion. El maestro se siente satisfecho si logra hacer progresar al alumno; si fracasa, ese fracaso es suyo y del alumno. El dueno del esclavo, en cambio, desea explotarlo en la mayor medida posible.

Cuanto mas obtiene de el, mas satisfecho esta. Al mismo tiempo, el esclavo trata de defender lo mejor que puede sus reclamos de un minimo de felicidad. Los intereses del esclavo y el dueno son antagonicos, porque lo que es ventajoso para uno va en detrimento del otro. La superioridad de uno sobre otro tiene una funcion diferente en cada caso; en el primero, es la condicion de progreso de la persona sometida a la autoridad, y en el segundo es la condicion de su explotacion. Hay otra distincion paralela a esta: la autoridad racional lo es porque la autoridad, sea la que posee un maestro o un capitan de barco que da ordenes en una emergencia, actua en nombre de la razon que, por ser universal, podemos aceptar sin someternos. La autoridad irracional tiene que usar la fuerza o la sugestion, pues nadie se prestaria a la explotacion si dependiera de su arbitrio evitarlo.

Por que se inclina tanto el hombre a obedecer y por que le es tan dificil desobedecer? Mientras obedezco al poder del Estado, de la Iglesia o de la opinion publica, me siento seguro y protegido.

En verdad, poco importa cual es el poder al que obedezco. Es siempre una institucion, u hombres, que utilizan de una u otra manera la fuerza y que pretenden fraudulentamente poseer la omnisciencia y la omnipotencia. Mi obediencia me hace participar del poder que reverencio, y por ello me siento fuerte. No puedo cometer errores, pues ese poder decide por mi; no puedo estar solo, porque el me vigila; no puedo cometer pecados, porque el no me permite hacerlo, y aunque los corneta, el castigo es solo el modo de volver al poder omnimodo.

Para desobedecer debemos tener el coraje de estar solos, errar y pecar. Pero el coraje no basta.

La capacidad de coraje depende del estado de desarrollo de una persona. Solo si una persona ha emergido del regazo materno y de los mandatos de su padre, solo si ha emergido como individuo plenamente desarrollado y ha adquirido asi la capacidad de pensar y sentir por si mismo, puede tener el coraje de decir “no” al poder, de desobedecer.

Una persona puede llegar a ser libre mediante actos de desobediencia, aprendiendo a decir no al poder. Pero no solo la capacidad de desobediencia es la condicion de la libertad; la libertad es tambien la condicion de la desobediencia. Si temo a la libertad no puedo atreverme a decir “no”, no puedo tener el coraje de ser desobediente. En verdad, la libertad y la capacidad de desobediencia son inseparables; de ahi que cualquier sistema social, politico y religioso que proclame la libertad pero reprima la desobediencia, no puede ser sincero.

Hay otra razon por la que es tan dificil atreverse a desobedecer, a decir “no” a la autoridad.

Durante la mayor parte de la historia humana la obediencia se identifico con la virtud y la desobediencia con el pecado. La razon es simple: hasta ahora, a lo largo de la mayor parte de la historia, una minoria ha gobernado a la mayoria. Este dominio fue necesario por el hecho de que las cosas buenas que existian solo bastaban para unos pocos, y los mas debian conformarse con las migajas.

Si los pocos deseaban gozar de las cosas buenas y, ademas de ello, hacer que los muchos los sirvieran y trabajaran para ellos, se requeria una condicion: que los muchos aprendieran a obedecer. Sin duda, la obediencia puede establecerse por la mera fuerza. Pero este metodo tiene muchas desventajas.

Constituye una amenaza constante de que algun dia los muchos lleguen a tener los medios para derrocar a los pocos por la fuerza; ademas, hay muchas clases de trabajo que no pueden realizarse apropiadamente si la obediencia solo se respalda en el miedo. Por ello la obediencia que solo nace del miedo de la fuerza debe transformarse en otra que surja del corazon del hombre. El hombre debe desear, e incluso necesitar obedecer, en lugar de solo temer la desobediencia. Para lograrlo, la autoridad debe asumir las cualidades del Sumo Bien, de la Suma Sabiduria; debe convertirse en Omnisciente.

Si esto sucede, la autoridad puede proclamar que la desobediencia es un pecado y la obediencia una virtud; y una vez proclamado esto, los muchos pueden aceptar la obediencia porque es buena, y detestar la desobediencia porque es mala, mas bien que detestarse a si mismos por ser cobardes.

Desde Lutero hasta el siglo XIX se trataba de autoridades manifiestas y explicitas. Lutero, el Papa, los principes, trataban de sostenerlas; la clase media, los trabajadores, incluso los filosofos, trataban de derrocarlas.

La lucha contra la autoridad en el Estado y tambien en la familia era a menudo la base misma del desarrollo de una persona independiente y emprendedora. La lucha contra la autoridad era inseparable de la inspiracion intelectual que caracterizaba a los filosofos del Iluminismo y a los hombres de ciencia. Esta “inspiracion critica” se traducia en fe en la razon, y al mismo tiempo en duda respecto de todo lo que se dice o piensa, en tanto se base en la tradicion, la supersticion, la costumbre, la autoridad. Los principios sapere aude y de omnibus est dubitandum -“atrevete a usar tu sensatez”

El caso de Adolf Eichmann es simbolico de nuestra situacion y tiene un significado que va mucho mas alla del que les preocupaba a sus acusadores en el tribunal de Jerusalen. Eichmann es un simbolo del hombre-organizacion, del burocrata alienado para el cual hombres, mujeres y ninos se han transformado en numeros. Pero lo que mas impresiona respecto de este, es que despues de relatados todos los hechos con su propia admision, procedio con perfecta buena fe a alegar su inocencia.

Esta claro que si volviera a encontrarse en la misma situacion, lo haria de nuevo. Y tambien lo hariamos nosotros -y lo hacemos-.

El hombre-organizacion ha perdido su capacidad de desobedecer, ni siquiera se da cuenta del hecho de que obedece. En este punto de la historia, la capacidad de dudar, de criticar y de desobedecer puede ser todo lo que media entre la posibilidad de un futuro para la humanidad, y el fin de la civilizacion.

Extracto de del libro: Sobre la desobediencia y otros ensayos (1984) Cap I. E. From Paidós, Buenos Aires.

Publica un comentario o deja una referencia: URL de la referencia.

Deja un comentario